Que los hay, los hay...
Aflojá la musiquita
chata arenera
no me vengas a versear de firulete
!adoquín de cuarta!
si ya sé
que andás bailoteando en la comparsa
y salís en todas las fotitos
¡gilún!
vivís amagando billetera
si te dicen que hay trabajo por el norte
enfilás rapidito
para el sur
¡ dale ñato!
si querés trabajarla de poeta
empezá
desatáte los cordones
aceita el arcabuz
no me quieras vender tus farolitos
hace rato que aprendí la diferencia.
Se me hace todo un gotán. Un tangazso, Angelino. Y seguís explorando.
ResponderEliminarDifiero en una, si el quía la quiere trabajar de Poeta debiera desartarse los cordones, así, enredado entre ellos, y en estado de equilibrio borde abismo se impondría la única verdad: nada puede retenerse- detenerse; las aguas de los ríos van al mar, siempre.
Por aquí anduve.
Besos.
Virginia.
o sea: "rajáaaaaaaaaaaa, naderno... cacho de butihondo, fumate las pocas ajaspajas que te quedan".
ResponderEliminarme gustaaaaaaaaaaaaaa, me gusta ese verso que tenés empedernido, esas ganas de gritar, y sin remedio, le pego el grito: rajá, gilún, qué sabrás vos...
me ato los cordones, mina de oro, que sos!!!!! poetaza.
abrazo, y otro más
Hay que hacerle caso a los que saben, ya se los desaté Perrone!
ResponderEliminarNo hablo más. Si opino y me obedecen porque me suponen algún saber, que felizmente no tengo. No sé nada, ni entiendo nada, y corro todos los riesgos, hago Poesía. Digo, si opino "conversadoramente", y encima me obedecen, equivocadamente, después me quedo con el insomnio "preocupativo" ante semejante desatino.
ResponderEliminarLargá Angelino, no me jodás el sueño. Si sabés que venís en tropel. Todo Poesía.
Besos.