Luna llena
Entre los veinte años
y los sucesivos treinta
¿qué piensa esta mujer
que va a mi lado?
Me mira
y me ignora,
me inaugura
pretencioso intruso
a una quimera.
Devoro la idea
-pletórica presencia-
de nunca volver
a encontrarnos,
ya nos perdimos
en recuerdos de siempre.
Han sido pensamientos
gemelos
los que humanos...
La mutua coincidencia
viaja con nosotros dos,
solos y ausentes.
Ilusión óptica
Un gato amarillo
mira a los pájaros amarillos
y le caen las lágrimas
porque la piedad
es demasiado para un gato amarillo
que se relame
en el fondo del estanque.
Ese ya nos perdimos que dice el poeta, duele. No es un ya nos perdimos pero, ni un ya nos perdimos aunque tal vez. No, es un ya nos perdimos y a pesar de recordarlo no hay regresos. Es un poema que traspasa desde ese decir lo irremontable, aquello que fue mágico y no tuvo arreglo.
ResponderEliminarHermosamente escrito.
Un abrazo,
d.