6 de mayo de 2009

Marguerite Yourcenar - Bruselas


Lo que yo creí mío se disuelve y vacila



Se desatan por dentro los nudos sin morir;
Como el canto de un violonchelo se evade
y se extiende en el aire, amortiguado, y se derrama,
Solamente me encuentro si me busco por fuera.

¡Templos griegos, callad! ¡Callad, catacumbas!
¡Que no narren las altas olas alteradas!
¡Muertos amordazados en la prisión de las tumbas
Callad completamente bajo la lluvia del llanto!
¡Dioses! ¡Guardad mi secreto al hablar con el viento!

Testigo desesperado de mis metamorfosis,
Sin poder alcanzar el ser que una vez fui,
Como se busca un perfume en el corazón de las rosas
La muerte para encontrarme excavando las cosas,
En único mendigo rechazado se convierte.

Que vaya, si es necesario, a pedirle a las Sirenas
Mi corazón voluptuoso abandonado a las olas.
Frustré la absolución y los fúnebres cantos;
Como un nardo sobre el pecho de las Reinas derramado,
Existo eternamente en lo que di.



El lunático



El sol adormecido en las brumas se aleja
Y como un astro muerto yace mi pasión;
La noche a lo largo del muelle se refleja;
Mi viejo corazón es un Rey sin razón.

Cada ser de una rueda es el eje que gira,
Cae, ofrenda y afrenta, en el yunque el dolor;
Los rostros grises son una espuma que tira
La marea del asfalto y la luz sin color.

¿Dónde estamos amor? ¿Sí es verdad que estamos?
La luna se esconde cuando nos acercamos
Al borde de los techos huecos de metal.

Y el ojo blanco por las calles todavía
Envidia el resplandor fijamente glacial
Del astro que murió antes de abrir el día.



Marguerite Yourcenar (1903-1987) escritora nacida en Bruselas de padre francés y madre belga, se especializó en cultura clásica e inició la publicación de poesía y prosas breves a partir de 1921 con el seudónimo Yourcenar, formado del anagrama de su apellido paterno Crayencour. Con su primera novela Alexis o el tratado del inútil combate, de 1929, se respalda en el escándalo provocado por Coridon de Andrè Gide, para salir al ruedo. En 1939 se establece en Mount Desert (Maine, USA), nacionalizándose norteamericana en 1948. Memorias de Adriano, considerada su obra maestra, se publica en 1951. De 1968 es Opus nigrum. Yourcenar es autora también de tres colecciones de cuentos, Cuentos orientales, los nueve textos míticos y poéticos de Fuegos y los relatos que componen Como el agua que fluye. Sus ensayos fueron reunidos en Viaje a Grecia, los siete estudios de A beneficio de inventario, Mishima o la visión del vacío y los ensayos publicados póstumamente en Peregrina y extranjera. Varios son también sus escritos autobiográficos, la trilogía Recordatorios, Archivos del Norte y ¿Qué? La eternidad. Fue la primera mujer en ser elegida miembro de la Academia Francesa en 1980.


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