16 de agosto de 2015






XLII Simposio Internacional de Literatura
13 agosto 2015



Mi agradecimiento profundo a David Sorville por 
dedicarme este poema durante su mesa de lecctura

A MÓNICA ANGELINO

De que me quejo cuando me quejo
si tengo los brazos y las piernas

tengo la noche y el sol
tengo tantas cosas aunque me queje
sin embargo conozco el dolor 
que me atraviesa como una aguja
cuando escucho la voz de una mujer
y su testimonio que enmudece
la propia naturaleza de mi desaliento.
De que me quejo cuando me quejo
en el estrecho espacio de mi sombra
ese incomprendido secreto del lamento
mientras una mujer poeta y erguida 
con su gesto que conmueve el silencio
se agiganta quebrando las cadenas
de la trémula realidad que nos rodea
y nos convierte en almas abiertas 
a la voluntad invencible que la nutre.



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