loca
mi repetida esperanza
mis vientos desaforados
mi sangre absorta
esta arenilla que raspa
mis largas caminatas de pájaro inmóvil
mis incendios
el instante de la lluvia en otoño
los pasillos de mi casa grande
abiertos sus grifos desconcertada el agua
los gritos sin certezas y mi soledad de arbusto
mis claves de sol de fa de do de re
asombrado el asombro
mi sí mi mí mi la
te doy
rincones como perchas para que cuelgues tu noche
y mis versos
pétalos de sorprendidos murciélagos
entre frágiles palabras.