13 de mayo de 2015


"Me até para pedir por la Ley de Fibromialgia pensando en los millones 

de enfermos"


Mónica Angelino es poeta, vive en General Rodríguez, sufre de fibromialgia severa y tiene pronóstico reservado casi desde 2011, cuando llegó su diagnóstico. Para caminar se ayudar con dos bastones porque su cuerpo le duele hasta con el roce del viento o un abrazo. Pero, como es una luchadora innata, al cansarse de contar los días en que el proyecto de ley que pide que su enfermedad sea reconocida como tal y discapacitante, en algunos casos, decidió poner su cuerpo para protestar y atarse a las rejas del Congreso de la Nación. Llevó el simple y enorme deseo de ser escuchada como la voz de cada paciente que sufre la misma dolencia y que no tiene ni diagnóstico ni medicación.

En dialogo con este diario dijo que "en 2012 hablé con el senador Santiago Nino sobre el desamparo de muchos de los que padecen ésta enfermedad y se propuso empezar a trabajar en un proyecto de ley para que se la reconozca como enfermedad y logró introducirlo en su cámara, pero al terminar su mandato el proyecto quedó encajonado, pese a que se lo pasó a Eduardo Santin con numero D-6218... seguía encajonado y como en abril vi que ya estaba por caducar me até a las rejas del Congreso para que lo desencajonen".

El proyecto de ley D-6218 pide reconocer a la fibromialgia como enfermedad y no como síndrome. Una vez reconocida como enfermedad, el Estado y las obras sociales se deberán hacer cargo de los enfermos y reconocerlos como discapacitados. De ese modo se le otorgarán los mismos derechos que tiene hoy cualquier otra persona con discapacidad.

Su presencia en la vereda causó gran revuelo y logró hablar con la diputada Andrea García, presidente de la Comisión de Salud que prometió volver a poner el proyecto en tablas. "Acordamos que el proyecto sería reflotado e introducido y fui citada el 6 de mayo al recinto. Hablé frente a los diputados, pero no a sus embestiduras sino a las personas que vestían casi como yo y que luego volverían a sus casas con sus familias".

Mónica tiene un certificado de discapacidad, pero que dice que tiene "problemas depresivos" y fibromialgia, una enfermedad tan dolorosa como larga de escribir, y que quién escribe también la padece.

Hoy, en el Día Internacional de la Fibromialgia, mujeres y hombres que la tienen pedirán que esa ley sea debatida y para que cada doliente pueda ser diagnositicado, medicado y pueda hasta decir que la tiene porque los tratamientos hoy no tienen cobertura médica y en muchos trabajos no otorgan licencia médica por ella. Entonces, los enfermos callan su dolor por mantener su puesto.



http://www.infobae.com/2015/05/11/1728049-fibromialgia-la-ley-y-la-ciencia-deuda-una-enfermedad-invalidante

2 comentarios:

  1. Una bola de nieve ha impactado en mi rostro. Mis ojos se escuecen y no salen de su asombra Mónica. El tiempo pasa inexorablemente y algunos caminamos lejos del tiempo..., quizás demasiado lejos pero estas muy cercana. El desconocimiento se hace patente y cuando descubres que alguien sufre y no estas al corriente mi cuerpo se duele y no se porque. Quizás sea porque nos hacemos insensibles. Pero aquí solo hay desconocimiento Mónica. Si.
    No se que decirte. Estoy muy perdido, ya que las emociones se apoderan de mi cuerpo y solo sale de mi corazón ese lamento que si que es sincero.
    Un fuerte abrazo Campeona.

    Cuando el desierto se instala en
    su cuerpo, y las luces menudas
    cual luciérnagas se esconden
    a su paso, sólo la luz que desprende
    la fuente de sus aguas que, en cascada,
    cae desde sus ojos hasta su pecho,
    penetrando por los poros del silencio
    es capaz de sustentar el universo.
    molina

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  2. Gracias, Antonio, llevaré este poema a foto porque es muy alentador y curativo saber de la empatía del amigo (gran poeta, además) y sentirse cuidada aún a la distancia. Besossssssssss

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