14 de diciembre de 2009

Carlos Sandoval - Argentina



Borrachera Seca




Estamos en síndrome de abstinencia.



En alto nuestros puños temblorosos



deseando, presurosos, llegue el día



de apretar entre los dedos copas llenas



de los cántaros hastiados del delirio,



del vino que genera la esperanza.



Derramarnos ya borrachos de la vida,



y brindar con el licor de la justicia...




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Reseña del hombre hecho de ausencias



Acostumbrado a las ausencias, el hombre no las sufría. Las contenía silenciosas tripas adentro y cuando amenazaban explotar garganta afuera, las empujaba con vino y ellas solitas se adormecían.

- No es tan malo estar lleno de ausencias –decía- Cuando el hambre aprieta, las soledades se instalan en la panza refrescando los ardores del ayuno.

En los ratos de pensar, viboreaban las ausencias buscando adentro su lugar verdadero, ahí entre la garganta y el corazón que es donde suele anidarse la angustia. Entonces florecía el síndrome opresivo desmesurado y veloz como la habichuela mágica en el pecho del hombre solo, que se golpeaba el esternón y las costillas desacomodando el aposento de los recuerdos que duelen. Conjeturaba que las había espantado hacia otro confín del cuerpo porque no era necesario el tiraje de los músculos accesorios del cuello para la respiración, ni sentía el corazón apretado, ni la garganta amenazaba con llorar cada vez que intentaba palabra.

Se durmió el hombre un día, preñado de ausencias. Las privaciones no murieron con él, pero se las llevó puestas, pegadas al alma como un abrojo para no sentirse vacío... y para que nadie tuviera que entorpecer la virtud de estar vivo, haciéndose cargo de ausencias ajenas.

Ejemplo a imitar si los hay, mire...


La editora de este blogs no suele subir a fondoscuro otra cosa que no sea poesías, sin embargo, como excepción, en esta oportunidad y porque le place profundamente, ha decidido incluir este cuento de Carlos Sandoval.


http://sandovalcarlos.blogspot.com/



2 comentarios:

  1. Maravilloso relato. Deja huella de reflexión hiriente. ¿Qué más se puede pedir?

    Los versos que le anteceden: una copa amarga en el cristal de la poesía.

    Un abrazo a los dos.
    Laura

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  2. Hola Monica!! Gracias por honrarme de esta manera, difundiendo mis escritos ante tus lectores. Y por la calidez de tus palabras en mi blog
    Un abrazote
    Carlos

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