6 de mayo de 2009

Juan Carlos Bustriazo Ortiz - Rep. Argentina


foto Festival Rosario 2008
- Rep. Argentina



















era mi vino como un pozo

y era aquel otro nidopájaro el pozo verde donde iba
como un desierto ennostalgiado y yo no sé qué me
bebía qué triste pócima qué largo corazón roto luzbrebaje
sombrabrebaje del callado que con las lunas se
tapaba su soledad de muerte y canto cerca mi casa
digo enfrente y yo en la tuya desalmado estoy diciendo
guacho de alma porque ella andaba vuelo largo el pozo
aquel de agua cautiva era su boca mi palacio emparronado
y rinconoso mi estar en vos mi estar remanso
por eso el vino cavadito yo me sentaba

delirando.

de Elegías de la Piedra que Canta, 1969



Primera Palabra



Y aquí estoy yo, pensoso y descendiente,
junto a esta luz meralda que se mece,
el juan azul, el carlos marilloso,
espiando aquí, dentrocullá, qué tonto.
Quién me dirá qué-buscas-en-lo-huyente?-,
la-cepa-o-ya-la-borra-de-tu-gente?
Aquí estoy yo, racimo alabancioso.

Fantasmas más, fantasmas menos, duerme .


Tan huesolita que te ibas


tan envidiada de qué sombras la tierra ardía huesolita
la siesta ardía melodiosa tan como ibas tu sonrisa era
una piedra arrobadora y era otra piedra mi costilla
dulcequeamarga solasola cuajada de alta pedrería eran
tus voces tan palomas eran tus manos piedras finas
guitarra tan azuladiosa eras la piedra que acaricia pie-
dra te ibas quién te roba última brisa de la brisa o
flauta mía o leja y rota tan huesolita que te ibas tan
de la gracia mucha y poca si cuando vuelvas ves mis
días oh piedra llena llaga
hermosa!


DE LA CALANDRIA

A Margarita Monges, poeta


En un paisaje de adobes
y de piedras solitarias,
debajo de cielo puelche
una calandria cantaba

(En el corazón tenía
una guitarra hechizada.)

Cuántas cosas le salían
de su sangre enamorada:
todo el canto de la tierra
le cabía en la garganta

(Que dios remoto y silvestre
le regaló tanta magia?)


Era el triste de los yuyos,
la huella de las aguadas,
era el estilo del viento,
la milonga de las bardas.

(Porque mil pájaros sabios
era la sola calandria.)


Una vez regresó el río
con pifulcas desbordadas,
y sus viejas sinfonías
me repitió la calandria.

(Era una niña de cobre
con un cacharro de lágrimas.)


Dónde andará con su canto?
De quién serán sus tonadas?
Con esta música vuelve,
pero mi voz no la alcanza.

(Se me ha vuelto la calandria
una guitarra con alas!)



Juan Carlos Bustriazo Ortiz

Nace en Santa Rosa (La Pampa) en 1929. Autodidacta. Su actividad de radiotelegrafista lo lleva a recorrer y conocer la mayor parte de la Pampa Central. Durante muchos años fue corrector y linotipista del diario La Arena. Animador cultural de varios boliches y peñas de la ciudad de Santa Rosa. Sus poemas han sido musicalizados por los artistas pampeanos.
Publicaciones: Elegías de la Piedra que Canta (Alpataco, 1969); El Aura del Estilo (Stilcograf, 1970); Unca Bermeja (UNLPam - Cámara de Diputados de la Pampa, 1984), Los Poemas Puelches / Quetrales. Cantos del Añorante (Ediciones La Arena, 1991, ambos libros editados en conjunto; Libro del Ghenpín (Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa, 2004); Unca Bermeja y otros poemas (Intemperie Ediciones, Santiago de Chile, 2006); Elegías de la Piedra que Canta / Unca Bermeja (El Suri Porfiado Ediciones, 2007); Herejía Bermeja (Ediciones en Danza, 2008). Poemas suyos fueron publicados en revistas y suplementos culturales de Buenos Aires, La Pampa, Chile, Bolivia, Perú, México y Estados Unidos. En 2007 fue editado el disco compacto Hereje bebedor de la noche (Espacio Hudson, Lago Puelo), con grabaciones realizadas por el poeta. Tiene escritos entre 70 y 80 textos, la mayoría aún inéditos. Bustriazo ha bautizado a esta producción Canto Quetral. Su obra fue declarada de Interés provincial y Patrimonio Cultural de la provincia. Vive humildemente con su esposa Lidia Hernández, gracias a una pensión otorgada por el Gobierno de la Provincia de La Pampa.



1 comentario:

  1. Mónica,
    no es una elección cualquiera la de
    Bustriazo Ortiz. Es la exquisita revelación de la Palabra, tachándose para seguir diciendo.

    Desearía ser esa elegía, pero sólo los privilegiados entienden del canto de las piedras.

    También seleccionar es otra forma de Escritura.

    Besos.
    Virignia.

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